Camina
Camina con desdicha sobre la espalda, llenando las veredas
con un amargo pesar. Por sus mejillas recorre sufrimiento y con el humo del
tabaco se crea la ilusión del hombre q por ultima vez rompió su corazón. Seca
las gotas de rímel, frotando un pañuelo por sobre sus mejillas, no recuerda
como acabo siendo un simple títere para suplir el deseo de un hombre insensato
con la vida misma. Camina con desdicha porque volvió a caer en el mismo juego
que el diablo tiene planificado para las mentes débiles de pensar. Una simple
rosa y un coñac fueron suficientes para desabrochar su vestido rojo y ser
participe de la lujuria desatada esa noche, sin pensar que sería no más que una
emoción del momento. Camina con desdicha porque aunque supiera lo iba a suceder
dentro de esas cuatro paredes, sus versos fueron mejores que su propia
conciencia. Camina con desdicha porque se vendió a una idea, un sentimiento o
un pensar diferente al suyo, no vendió su cuerpo, sino vendió su espíritu. Un
cuerpo experimentado que sabia el procedimiento a pie de la letra, sin ningún
fallo para consumar el acto. Pero un espíritu gritando sin ser escuchado, una
voz que desea salir y explotar, pero por simple monotonía y miedo no se le es
permitido. Se desnuda en la vereda sin importarle el frio inquietante de las 3
de la mañana, no aguanta el olor de su cuerpo y los continuos gritos de su
mente la hacen correr hasta su apartamento a dos cuadras, llorando y rogando,
deseando y esperando que su miedo no se apodere de un cuerpo tan débil como el
suyo. Tiemblan sus rodillas, pero no
podía hacer más que esperar el destino creado para su persona. Tomo el ascensor
y con un último suspiro consumo su paz.
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