Ovación

Te marchitas al pasar los días
con miradas penetrantes de angustia. 
Susurras pensamientos de gozo,
 que embriagan a los paladares novatos.
Los consumes. Los rozas con palabras poéticas.
Los llevas a las grietas,
 donde se observan titilar luces por sobre las paredes.
Observas a lo lejano aves volando como niños 
que juegan a ser irreconocibles
detrás de una piedra rodante
imponente a la presencia de ojos entumecidos.
Le sientes. Le cantas versos adheridos a tu corazón.
Te marchitas. Te marchitas mientras los ojos 
como faroles observan el acto para 
aclamarlo de pie en ovación.

Comentarios

Entradas populares