Llegada

Llegaste iluminada el rostro después de una noche de llanto larga y fría. Te despertaste tras la densa niebla de los deseos carnales de la noche, ocultos en las miradas de luciérnagas encantadas que vuelan sentido. Llegaste en la mañana entre armorios con la lluvia y bailen con la luna, llegaste entre calzados desgastados y cuerpos mojados con una taza de café y un abrazo.  llegaste entre las nubes para  iluminar la mitad de mi rostro

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